El Grito

 Esta pintura fue elegida por la importancia en el arte contemporáneo.


El grito (en noruego Skrik) es el título de cuatro cuadros del noruego Edvard Munch (1863-1944). La versión más famosa se encuentra en la Galería Nacional de Noruega y fue completada en 1893. Otras dos versiones del cuadro se encuentran en el Museo Munch, también en Oslo, mientras que la cuarta versión pertenece a una colección particular. En 1895, Munch realizó también una litografía con el mismo título.

Modelo de Jakobson

Función emotiva: Munch se inspiró en su propia vida atormentada, una tragedia sobre un padre severo, una madre muerta y unas hermanas enfermas, trastornos bipolares y depresión, alcohol y armas de fuego.

Función conativa: Para la mayor parte de las personas esta pintura representa la desesperación de la persona ante un problema enorme.

Función referencial: Paseaba por un sendero con dos amigos – el sol se puso – de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio – sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad – mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza.

Función metalingüística: El cuadro La desesperación (1892), previo a El grito, retrata precisamente ese momento. En él, aparece en primer plano un hombre con sombrero de copa de medio lado, en actitud contemplativa, en un escenario similar.

Función fática: Composición, Predomina el color sobre la línea, Los colores son arbitrarios , planos  con fuertes contrastes, luz, tratamiento de las figuras.

Función poética:  El pintor describió su propia experiencia que le llevó a realizarlo " Una noche anduve por un camino. Por debajo de mi estaba la ciudad y el fiordo. Estaba cansado y enfermo. Me quedé mirando al fiordo , el sol se estaba poniendo. Las nubes se tiñeron de rojo como la sangre. Sentí como un grito a través de la naturaleza. Me pareció oír un grito. Solo, temblando de angustia, sentí el grito vasto, infinito de la naturaleza. Pinté este cuadro, pinté las nubes como sangre verdadera. Los colores gritaban"

Análisis

En primer plano una figura monstruosa, casi cadavérica ,  aterrada se tapa los oídos, su boca profundamente abierta hace que la mandíbula parezca  desencajada y sus ojos aterrados , la propia naturaleza ondulante parece responder al grito pero no los personajes que como siluetas aparecen  en el puente, ajenos o indiferentes a la angustia del hombre.    

 En el fondo se observa el fiordo y unos pequeños barcos.  

Composición Los contornos sinuosos del personaje central, las diagonales de la barandilla y las líneas sinuosas del fiordo crean un efecto dinámico, de agitación.  En cambio las rectas de las siluetas crean la sensación de quietud , de pasividad.

Predomina el color sobre la línea. 

En cuanto a las líneas se observan trazos curvos que se equilibran con las rectas de la silueta y las diagonales paralelas de la barandilla
Los colores son arbitrarios, planos con fuertes contrastes  entre los tonos cálidos  como   los naranjas del cielo  y sus reflejos en el mar y los fríos como los azulados del resto .
La luz no es natural, no se observa ningún foco.
En cuanto a la creación de espacio el punto de fuga de la perspectiva  se encuentra al final de las diagonales del puente . 
El tratamiento de las figuras se caracteriza por la deformidad en la figura central que parece una calavera. Los viandantes del fondo están tratados como siluetas.
En resumen  todos los elementos formales están al servicio de conseguir la expresividad  y la idea de angustia. Hasta la propia naturaleza parece hostil con un  cielo rojo sangre que aumenta la idea de miedo      


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