La joven de la perla
Esta pintura fue elegida por la simplicidad de la pintura pero los detalles de la cara
Este es uno de los retratos más famosos de la historia del arte, pero todavía no se sabe quién fue la modelo.
Aunque lo cierto es que este no es un retrato. Se trata de un tronie, un género pictórico típico de la Holanda del siglo XVII que significa “rostro” o “expresión”, y que consiste en la simple representación de la cara de un personaje anónimo que no tenían intención de ser un retrato identificable y que se producían para demostrar la pericia de un artista. (Frank Hals por ejemplo era un experto en este sub-género).
Modelo de Jakobson:
Función emotiva: La mirada de la joven constituye la esencia del cuadro, es la gran protagonista, que se complementa con la sensualidad de los labios, prescindiendo de detalles que puedan desviar la atención.
Función conativa: La obra transmite alegría, los ojos de la joven nos demuestra esperanza y tus labios tienen una forma muy delicada que le da armonía a la obra. La maestría que demuestra el pintor holandés para dar forma a la perla, es lo que la hace destacable, puesto que se limitó a realizar un sólo trazo en blanco sobre un fondo negro. De esta forma tan sencilla, pero con una excelente precisión, consiguió que su pintura se convirtiera en una obra de arte.
Función referencial: El punto focal principal no recae sólo en la mirada de la modelo sino en la perla, perla plasmada con sólo dos pinceladas, que reflejan por una parte el cuello blanco de la modelo y, por otro, los destellos derivados del mismo foco de luz lateral que ilumina el rostro.
Función metalingüística: Sobre un fondo neutral, oscuro, con tendencia al negro, la muchacha de perfil mira hacia el espectador. La boca está ligeramente abierta, un signo de que la persona habla al espectador, superando así el límite del cuadro.
Función fática: El rostro de la chica es una maravilla, parece estar viva en la tela. La joven de la perla tuerce la cara para mirarnos directamente. Abre la boca como iniciando una conversación con nosotras y su pálida piel, junto a sus labios y el pendiente, brillan intensamente sobre el fondo negro.
Función poética: Las perlas son un elemento recurrente en la mujeres pintadas por Vermeer. Escribía el místico Francisco de Sales (1567-1622) cuya traducción holandesa fue publicada en 1616: “Tanto en el pasado como en el presente, era y es costumbre entre las mujeres colgarse perlas de las orejas por el placer causado, cuando las perlas tocan la piel al moverse. Pero dado que yo sé que Isaac, envió pendientes a la pura Rebeca como signo de su amor, pienso que esta joya significa en sentido espiritual que la oreja es la primera parte que un hombre quiere tener de su mujer y que la mujer debe conservar más fielmente… “
Análisis
Óleo sobre tela, donde la silueta de la sensual y bella muchacha es marcada por el fondo negro neutro, de la técnica barroca del claro oscuro de Caravaggio, para poco a poco desvanecerse la figura en la oscuridad, esa luz marca contraste en el rostro de ella y de forma especial el brillante reflejo de luz en el pendiente, en la perla que es el punto focal de la composición, el blanco del cuello de la camisa también hace el gran efecto de contraste, con el resto de la pintura, tanto como su labio inferior como el brillo de los ojos , recoge el destello de luz, destacamos el bello color del ropaje con el turbante, que igual se desvanece en la oscuridad, un turbante azul para caer un paño amarillento en un acertado uso del color, para crear un bello contraste cromático.
El cuadro aunque lo podemos considera un retrato, también marca una cierta dosis de una escena de espontaneidad.
Las perlas son un elemento recurrente en la mujeres pintadas por Vermeer. Escribía el místico Francisco de Sales (1567-1622) cuya traducción holandesa fue publicada en 1616: “Tanto en el pasado como en el presente, era y es costumbre entre las mujeres colgarse perlas de las orejas por el placer causado, cuando las perlas tocan la piel al moverse. Pero dado que yo sé que Isaac, envió pendientes a la pura Rebeca como signo de su amor, pienso que esta joya significa en sentido espiritual que la oreja es la primera parte que un hombre quiere tener de su mujer y que la mujer debe conservar más fielmente… “
Este puede ser la clave de la pintura de Vermeer, su revelación de la vida secreta que se esconde en las cosas pequeñas y que puede darse a conocer si el observador de su obra tiene ojos para mirar.
La composición geométrica, simple y equilibrada, poderosa pero armónica, contribuye a la unidad del conjunto.
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